Tras la marcha

Si al menos alguien te llevase en el recuerdo, sabrías que tu vida ha tenido algún sentido, sabrías que fuiste útil, para algo, para alguien, aunque sólo hubiese sido para ti mismo, pero no, ni siquiera para ti. Has llegado a ese momento, a veces dulce, otras por el contrario, amargo, en el que debes asumir que, tras tu marcha, ni tan siquiera habrás dejado un mal recuerdo.


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