Hace 22 años y algunos meses, más o
menos, de forma simultánea a casarme, decidí retirarme de muchas cosas, me aparté de
hobbies, de actividades que dejaron de ser compatibles con mi nuevo estado, de
personas, en fin, decidí , “encerrarme”,
voluntariamente, en mi nueva situación, para dedicarme de lleno, a mi mujer y a
mi trabajo, luego ya vino el pequeñajo, más o menos a los dos años de casarnos,
viviendo en Zamora, más
concretamente, en Benavente, nació nuestro
hijo, él, me reafirmó en mis decisiones de dos años atrás, pero ocupando el
primer lugar en mis prioridades, o sea, mi hijo, mi mujer y mi trabajo, por ese
orden, dicha situación de “encierro”, ocupó
los siguientes 13 años de nuestras vidas, y,
aunque tuvimos momentos complicados, casi siempre por circunstancias
ajenas a nosotros, no puedo decir que nos fuese mal, al contrario.
Tras salir de mi encierro
voluntario, hace unos pocos años, salida provocada por motivos que no vienen al
caso, no he dejado de encontrarme con gente, que, sin saber absolutamente nada
acerca de mi, salvo algunas pinceladas, contadas por mí mismo, craso error, el
mío, dar mi confianza a quienes nunca debí, ni tan siquiera, haber conocido, pero
en fin, el caso es que esta gente, sin saber absolutamente nada, no ha dejado
de decirme que toda mi vida ha sido un error, que mis decisiones fueron
totalmente equivocadas, algunas de dichas decisiones, decisiones que creo que
estoy reparando, si lo fueron, pero
estas personas a las que me refiero, ni siquiera llegaron a saber de qué tipo
de decisiones estoy hablando ahora mismo, como si sus vidas o sus propias
decisiones, eso lo sé ahora, fuesen un ejemplo a seguir.
La vida que he llevado la elegí yo
en su momento, algo que, seguramente, no
pueden decir muchos de estos personajes o quizás sí, lo dicen, pero saben que
no es cierto. Yo disfruto con cosas que mucha
gente ni se imagina, y digo imagina, porque muy poca gente sabe realmente de mi
y de lo que realmente me mueve, ¿por qué
tengo que hacer aquello que otros creen lo mejor?, ¿Acaso, obligo yo a alguien a hacer aquello en lo que yo creo? Creo
que este tipo de gente de la que hablo, ha conseguido que me crea más infeliz de
lo que en realidad soy; empujado por
todo un cúmulo de circunstancias, paro, descalabro económico, dos intentos de
desahucio, una enfermedad inesperada, el fallecimiento de algún ser querido,
que no por esperado, fue menos doloroso; todas estas circunstancias dejaron mi salud
mental en un estado, cuanto menos, lamentable, un estado para nada idóneo para
escuchar a todo este tipo de personajes; cúmulo de circunstancias, que sumadas
a lo que callo, me hicieron analizar todo lo que he hecho, pensado y creído
durante toda mi vida; es ahora, desde hace unos meses cuando, revisando estos
últimos años, me he dado cuenta de lo que realmente tengo y de lo que quiero
mantener, incluidas las personas que en su día dejé atras, pero que he ido
recuperando, no del todo, pero estoy en ello.
Poco a poco, me estoy dando
cuenta de que lo mejor, para mí, y los míos, incluyendo, por supuesto, a ese
grupo de amigos, “los de siempre” y a
unos pocos de “los de ahora” es ir volviendo, a esa vida de la que me
aparté porque lo que estoy conociendo, ni me aporta nada, ni me enseña, nada,
ni me hace sentir, ni ser mejor.
¿Serán, algunos y algunas, capaces de respetarlo?, porque, al igual que yo no
me meto con los que piensan que disfrutar de la vida es andar de fiesta todos
los fines de semana, de concierto en la mínima ocasión y de juerga cada dos por
tres, ¿Qué tiene de malo que a mí me guste pasar los fines de semana en casa
con mi mujer, pasear, quedar con un buen
amigo, o amiga, para pasar una tarde agradable en una terraza junto a un
estanque, sabiendo, además, que estás con alguien en quien Si puedes confiar, en
sentarse tranquilamente en un banco con un buen libro, alejado del ruido y de
situaciones que no te aportan nada de nada?
En cualquier caso, lo respeten o
no, les va a dar igual, porque se cual es la vida que quiero y junto a quienes
pasarla.
Comentarios
Publicar un comentario