¿Qué estás pensando?...en "La Verdad"...


Sí, como suena, en "La Verdad", ¿Cuántas verdades hay?, ¿hay sólo una, acaso?, y si no hay sólo una, cual es la buena...la real, la incontestable, si es que hay alguna "verdad" que sea, realmente, incontestable.
Bajo mi humilde punto de vista, hay dos, tres verdades, mejor dicho, la primera de ellas, “La mía”, “Mi verdad”, La segunda, “La Vuestra”, “Vuestra Verdad”, la verdad de quienes leáis esto y por último, la tercera, “La Verdad”, verdad que puede, y en la mayoría de los casos, lo es, la mezcla de ambas “verdades”, “La Mía y la Vuestra”, aunque pueda no ser, totalmente incuestionable, es la que más se acerque a “La verdad”, a la real.


Existe la mía, “Mi Verdad”, la que bajo las circunstancias que me rodean y el cristal que interpongo entre ella, y mis ojos, soy capaz de discernir; circunstancias que pueden influir y mucho en la verdad que, yo, estoy viendo y viviendo, circunstancias, desde las más profundas a las más veniales, estas últimas, las veniales, que también pueden jugar un papel importante en la manera de ver esa verdad; emociones reprimidas, sentimientos ocultos, situaciones personales, más o menos complejas y enrevesadas, situaciones sentimentales y humanas, que te hacen llegar cambiar tus puntos de vista y creencias, enfermedades,  que te pueden alterar tanto física, como, psicológicamente hablando, circunstancias, algunas, incluso, arrastradas desde la más temprana infancia,  circunstancias totalmente profundas y en muchos casos arrinconadas en ese espacio que llamamos “Olvido”, luego,  las más leves, aunque también algunas, de una gran importancia, capacidad de sociabilización, económicas, laborales, y un largo etcétera, que a pesar de ser, como ya he dicho, leves, en muchos casos, también conforman “Mi verdad”.

Existe, también, “la vuestra”, la de quienes estéis leyendo estas líneas, influida, también, por vuestras propias circunstancias, algunas, parecidas o similares a las mías, y otras, por supuesto, muy diferentes, incluido, también, el cristal, diferente al mío, que vosotros, interpongáis entre “Vuestra Verdad” y vuestros ojos, influida, también, por el conocimiento que realmente tenéis de quien os transmite “Su verdad”, conocimiento que influye, y mucho, en la creencia o no, de esa, “Su Verdad”. Y, luego existe, “La verdad”, esa que a veces se hace difícil de discernir, “Verdad”, incuestionable, pero que sólo conoce aquel que la cuenta, “Verdad”, que parte de la mezcla de ambas verdades, “Mi Verdad”, y “Vuestra Verdad”, pero, en la que están implícitas, varias circunstancias añadidas:

La manera de transmitir la verdad en cuestión, por parte de quien la cuenta”
La forma en que te percibe, a ti, y no, a “tu verdad”, quien recibe dicha información” 
Quienes han recibido esa información ¿Todos, unos pocos, quizás tan sólo tres o cuatro personas de tu círculo social?
Si realmente quienes te escuchan te conocen lo suficiente para discernir, si dicha verdad es real o no” 
Si realmente te has dejado conocer o no, o has dejado conocer tan sólo una parte de ti mismo”.
En cualquier caso, “La verdad”, propiamente dicha, sólo la puede contar, o no, quien la conoce, quien la vive, quien la sufre o quien la disfruta. Nunca, terceras personas que quizás, tan sólo conozcan una parte de dicha verdad, terceras personas, que quizás, ni tan siquiera conozcan a la persona en cuestión.  Terceras personas, que quizás, y basándose en sus propias percepciones, ideas, creencias o pensamientos, no se han parado, ni por un momento  a pensar en que, “el otro”, la persona en cuestión, puede, y de hecho tiene, percepciones, ideas, creencias, pensamientos, propios y totalmente diferentes a los suyos, en algunos casos diametralmente opuestas. Terceras personas, que sin saber absolutamente nada, de las circunstancias que rodean “al otro”, a la persona en cuestión, se toman la licencia de, sin, ni tan siquiera, preguntarle, personalmente, “al otro”, a la persona en cuestión, los motivos, siempre hay motivos, o las circunstancias, que han rodeado determinadas actuaciones, determinadas maneras de hacer llegar y entender “Esa verdad”, y, por supuesto, los motivos, que siempre los hay, para mantener oculta o no, y a quien se le mantiene oculta o no, “La Verdad”.

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