I
Nunca sabrás como fue mi
vida junto a ti
ahora que se como decirte lo qué realmente fue
sin esperar que la muerte te arrancase de mi
ahora que se como decirte lo qué realmente fue
sin esperar que la muerte te arrancase de mi
ya no puedo decirte lo qué
me hiciste sentir
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
es lo único que me dejas, y no se si me puedes oír
aunque en lo más profundo de mi alma
que el tiempo pasado, sin ti no hubiese sido feliz.
Debí poder decirte hace ya mucho tiempo
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
es lo único que me dejas, y no se si me puedes oír
aunque en lo más profundo de mi alma
que el tiempo pasado, sin ti no hubiese sido feliz.
Debí poder decirte hace ya mucho tiempo
todo aquello que dentro de
mi anidaba
todo lo que realmente me hiciste sentir
y que ahora en este momento si te podría decir.
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
es lo único que ahora, puedo expresar, sólo adiós
todo lo que realmente me hiciste sentir
y que ahora en este momento si te podría decir.
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
es lo único que ahora, puedo expresar, sólo adiós
no me has dado tiempo a
decirte nada más
en llanto mudo, es lo único que puedo expresar.
Muy frágil es la vida y demasiado intenso el amor
y absurdos los miedos que me impidieron hablar
en llanto mudo, es lo único que puedo expresar.
Muy frágil es la vida y demasiado intenso el amor
y absurdos los miedos que me impidieron hablar
y ahora, cuando podría
plantearme hacerlo
decides dejarme, y
emprender tu viaje final.
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
y únicamente esperar a que llegue mi partida
para poder expresarte, en un nuevo principio
lo que en su día debí, cuando aún te quedaba vida
Amargo es ahora mi llanto, doloroso el abandono,
que tras tu inesperada partida, en mi alma quedará
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
y únicamente esperar a que llegue mi partida
para poder expresarte, en un nuevo principio
lo que en su día debí, cuando aún te quedaba vida
Amargo es ahora mi llanto, doloroso el abandono,
que tras tu inesperada partida, en mi alma quedará
ya sólo me queda
recordar, solo, en tu ausencia
revivir los sueños
perdidos, en mi propia soledad
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
Sólo puedo decirte adiós, mi querida amiga
ahora ya puedes partir, ya
no tienes que esperar
Sólo puedo decirte adiós,
mi querida amiga
aunque mucho queda dentro, mucho por expresar.
Ya no encuentro palabras con las que expresar
lo que siento yo, ahora, que has decidido marchar
sólo que no te irás del todo, que algo vas a dejar,
siempre te tendré conmigo, donde tu quieras estar.
aunque mucho queda dentro, mucho por expresar.
Ya no encuentro palabras con las que expresar
lo que siento yo, ahora, que has decidido marchar
sólo que no te irás del todo, que algo vas a dejar,
siempre te tendré conmigo, donde tu quieras estar.
Adiós, mi querida amiga,
ya no te hago esperar
largo será tu viaje y
desgarrador mi esperar
si dolorosa es tu partida,
más triste será aguardar
que llegue ese instante de volvernos a encontrar.
que llegue ese instante de volvernos a encontrar.
II
No encuentro las palabras
con las que poder expresar
lo que estoy sintiendo
ahora
que has decidido marchar
pero no te irás del todo,
en mi corazón hay un
lugar
que es tuyo, para siempre,
y que nadie va a ocupar.
III
III
Nunca me gustaron las
despedidas,
un adiós, me parte el
alma,
siempre preferí “hasta
luego”,
por qué adiós es para
siempre,
La simple idea de
perderte,
mi corazón hace pedazos,
dejando en él una herida,
que quedará abierta
siempre
IV
IV
Por la mañana un poema,
por la noche una
oración
eso me he propuesto cada mes,
eso me he propuesto cada mes,
en ello va mi corazón,
escribir versos, si se
hacerlo,
pero rezar, ya es otra
cuestión,
nunca fui capaz de
hacerlo,
pero por ti lo aprendo yo.
V
Anoche, mirando a las estrellas,
Anoche, mirando a las estrellas,
creí verte mientras
reías,
bailabas junto a la luna,
las lágrimas recorrían
mis mejillas
pero no era un llanto
triste,
mi alma estaba tranquila
brillabas como una
estrella,
y no fue pena, fue
alegría.
VI
Esta noche he rezado,
por primera vez en la vida
y aún sabiendo qué
pedir,
a quién pedirlo, no sabía
pero te hice una promesa,
que cada noche rezaría
hoy recé para que en
donde estés,
cuiden de ti, cada día.
VII
He sentido tu partida,
He sentido tu partida,
más, que si de mi sangre
fueras,
y he llorado tu marcha,
todo lo que yo podía
Pero se terminaron mis lágrimas,
Pero se terminaron mis lágrimas,
sin acabar la agonía
porque ahora estando en el
cielo,
ya no serás, nunca
mía.
VIII
VIII
He rezado con gran fuerza,
pero nunca tuve fe
por eso quizás no me
escucha, creo que Dios, no me cree.
He pedido que me lleve a donde quiera que estés,
He pedido que me lleve a donde quiera que estés,
pero no me ha hecho caso,
y ya no te puedo ver.
A pesar de lo que pido, no
me quiere escuchar,
sólo quiero estar
contigo, junto a ti, en ese lugar,
poder pasear de la mano,
incluso poder ir a bailar,
o sentarnos en un banco,
para poder conversar.
Tan solo eso he pedido,
tan solo eso he rezado,
y con toda la fuerza que
puedo, es lo que he deseado
no creo que sea tanto, tan solo quiero marchar;
no creo que sea tanto, tan solo quiero marchar;
estar allí a tu lado y
poderte contemplar.
Poder mirarte a los ojos,
y ver tus cabellos brillando
cuando el sol te acaricie
mañana, cuando se vaya a levantar;
y al ponerse por la tarde, cuando la luna esté en el cielo,
y al ponerse por la tarde, cuando la luna esté en el cielo,
poder besarte en los
labios, y poderte decirte “Te Quiero”
Eso es lo único que pido,
es lo único que anhelo
poder estar a tu lado,
junto a ti, allí en el cielo,
no creo que sea pedir mucho, y siento que Dios, puede hacerlo
no creo que sea pedir mucho, y siento que Dios, puede hacerlo
mas no entiendo por qué
no lo hace, por qué él, no escucha mi rezo.
Si yo pidiese que volvieras, que tu dejases el cielo
Si yo pidiese que volvieras, que tu dejases el cielo
entendería que no me
escuchase, y desoyese mis ruegos
porque un ángel tan
hermoso, no debería perderlo,
y tan sólo en ese caso,
sería yo, capaz de entenderlo.
Pero no puedo entender que desoiga mis plegarias
Pero no puedo entender que desoiga mis plegarias
por que ya se que traerte,
además de imposible, no es algo que deba pedir.
Tan sólo quiero ir
contigo, que me permita estar a tu lado
eso si que puede hacerlo,
si él quisiese escucharme, si Dios, escuchase mis ruegos.
Cuánto daño he de sufrir
todavía, para merecer su perdón
si ni siquiera rezando,
puedo ablandar su corazón,
qué pecado he cometido
para que no pueda perdonarme
y no me deje ni siquiera,
ni verte, ni oírte, ni hablarte.
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