Hace poquito
una gran amiga me dijo que lo ideal es que los sentimientos y la razón
sigan el mismo camino, si, cierto,es lo ideal, pero, ¿y cuándo deciden
ir cada uno por su lado?, ¿como actuar en ese caso?, si haces caso a tus
sentimientos, a lo que te está dictandoel corazón que debes hacer,
posiblemente te vaya bien, puedas ser feliz y todas esas cosas que se
dice
, están relacionadas con el hecho de
hacer lo que realmente sientes que tienes que hacer, pero ¿y los que te
rodean?, ¿acaso pensarán lo mismo? o lo que es peor, ¿sentirán lo mismo?
o, sencillamente, ¿que les harás sentir si haces caso a tus verdaderos
sentimientos?, a esos sentimientos que has ido acumulando al cabo de
años de frustraciones, de hacerlo prácticamente todo por aquellos que te
rodean, de darlo todo, sin condiciones, sin pedir nunca nada a cambio,
de ceder todo tu espacio para que los que te rodean tengan lo que ellos
han deseado, olvidando, por principio, todo lo que tu deseabas, todo lo
que soñaste entonces, cuando todavía podías soñar, aquello por lo que
luchaste hace ya muchos años y que ya no tienes, ni tan siquiera, en la
memoria.
¿Que te dice el corazón?, obviamente, el corazón te pide que recuperes ese espacio perdido, pero, ¿como recuperarlo?, si ya se lo has dado todo a aquellos que te rodean, ¿Como puedes hacer para que te devuelvan, al menos, una pequeña parte de ese espacio?, cuando en realidad al cedérselo lo han incorporado al suyo, ¿no sería robarles parte de su espacio?, porque al dárselo todo, ya es suyo, y tendrías que quitárselo o en todo caso, ¿no sería pedir que te den algo a cambio de lo que tu has dado?, ¿no sería romper la máxima de entregar sin esperar recibir?.
¿Que te dice la razón en este caso?, tienes unos compromisos, firmados, compromisos que en su día acordaste no romper, compromisos que, en el caso de acabar con ellos, harán un daño enorme a aquellos a los qué te juraste no agraviar; sólo la responsabilidad que tienes, hacia aquellos a los que en su día les diste todo, te hace olvidar lo que puedas sentir, lo que puedas necesitar, te hace obviar todos tus deseos y tus sueños, y apartarte, retirarte, en definitiva, cumplir con la obligación, impuesta por ti mismo, que ya llevaste a cabo hace ya demasiado tiempo y que, sin duda, tendrás que volver a repetir.
Al fin y al cabo, ya no pierdes nada, ya no tienes más que dar, lo hiciste, en su día, eliminaste todo lo que llevabas en la mochila, la dejaste vacía, tan solo tienes que dejar de sentir, olvidarte de todo lo que te dice el corazón, y seguir disimulando una vida, seguir viviendo algo que no te corresponde pero que les corresponde a aquellos a los que decidiste dárselo.
¿Sentimientos o razón?. Ese si que es el verdadero dilema.
¿Que te dice el corazón?, obviamente, el corazón te pide que recuperes ese espacio perdido, pero, ¿como recuperarlo?, si ya se lo has dado todo a aquellos que te rodean, ¿Como puedes hacer para que te devuelvan, al menos, una pequeña parte de ese espacio?, cuando en realidad al cedérselo lo han incorporado al suyo, ¿no sería robarles parte de su espacio?, porque al dárselo todo, ya es suyo, y tendrías que quitárselo o en todo caso, ¿no sería pedir que te den algo a cambio de lo que tu has dado?, ¿no sería romper la máxima de entregar sin esperar recibir?.
¿Que te dice la razón en este caso?, tienes unos compromisos, firmados, compromisos que en su día acordaste no romper, compromisos que, en el caso de acabar con ellos, harán un daño enorme a aquellos a los qué te juraste no agraviar; sólo la responsabilidad que tienes, hacia aquellos a los que en su día les diste todo, te hace olvidar lo que puedas sentir, lo que puedas necesitar, te hace obviar todos tus deseos y tus sueños, y apartarte, retirarte, en definitiva, cumplir con la obligación, impuesta por ti mismo, que ya llevaste a cabo hace ya demasiado tiempo y que, sin duda, tendrás que volver a repetir.
Al fin y al cabo, ya no pierdes nada, ya no tienes más que dar, lo hiciste, en su día, eliminaste todo lo que llevabas en la mochila, la dejaste vacía, tan solo tienes que dejar de sentir, olvidarte de todo lo que te dice el corazón, y seguir disimulando una vida, seguir viviendo algo que no te corresponde pero que les corresponde a aquellos a los que decidiste dárselo.
¿Sentimientos o razón?. Ese si que es el verdadero dilema.
Comentarios
Publicar un comentario