Canciones

Canciones, de las que alegran el alma, y abren el corazón
canciones para acompañarnos durante nuestros sueños
para cerrar los ojos y a la tenue luz de las velas, sentir
el golpeteo de las contraventanas bailando con el viento,
mientras el calor de la chimenea acaricia nuestra piel
y a lo lejos, las balizas de la costa, dirígen a un viejo buque
en su camino de vuelta a puerto tras la jornada de pesca.

Allí, en lo alto del viejo faro, mientras gira su luminaria
tu, yo, nuestras canciones, con la vestimenta del anhelo
al calor de nuestro amor, hacemos, de pecado, pasión,
de las viejas paredes de piedra, horno ardiente de deseo;
cubiertos por una calida manta , vaciando nuestras copas,
recorriendo, con los labios, el útimo rincón de nuestra piel,
iluminada, ya, con las primeras luces de un nuevo alba.

Y así, abrazados los dos, acogiendo la primera niebla,
neblina, tenue y delicada que se muestra ante nuestros ojos;
mientras, el viejo buque, espera amarrado volver a la mar;
nos servimos una nueva copa, buscando nuestros labios,
para poder fundirnos de nuevo, en otro beso eterno, dulce,
para unir nuestros cuerpos, en un gran abrazo, apasionado,
amándonos otra vez más hasta perder la noción del tiempo.
 

Comentarios