La tentación

Cada noche, mis palabras hacen que se te encienda el alma,
la voz que susurro a tu oído, hace que tiemble tu cuerpo,
asustadiza, sonrojada, temes levantar tu mirada,
cuando mis candentes ojos te llaman, te buscan,
deseando tenerte, apretada entre mis brazos,
con nuestras bocas fundidas en un eterno beso.

Cada noche, tratas de frenar lo que emana de tus entrañas,
pero me he convertido en la droga que te acelera,
arrastrándote a los mundanos rincones del placer,
de la pasión, haciéndonos el amor hasta que la locura
despierte nuestros más oscuros deseos,
Dejándonos arrastrar por un río de pasiones.

Tu mente, tratando de escapar, huye, mas no tu cuerpo,
quieres tocarme, besar mis labios, te retraes,
pero recuerda, eres Ángel y yo Demonio perverso
y tarde o temprano te rendiré a la tentación del deseo,
y mientras, seguimos creando nuestra isla,
imaginaria hoy, pero real en un día cada vez más cercano.

No esperes que desista, pues no dejaré de intentarlo,
y no sólo por tus palabras, es tu cuerpo, tus ojos,
quienes realmente me llaman, me buscan y me ansían.
¿deberíamos esperar?, mañana puede ser tarde,
caigamos en la tentación, cedamos a la pasión
y demos rienda suelta al calor de nuestros cuerpos.

Me estremeces, te excito cuando hablamos, y no lo siento,
me dejas mudo, me suda el cuerpo, y tiemblan mis manos,
tartamudeo, sonrío inquieto, desencadenas una carcajada
con tu inesperada confesión, en voz baja, casi inaudible,
confirmando así, tus más íntimos deseos
convertido ya en la apasionada locura que apagará tu fuego.

Y, llegado el momento, entre las sabanas,
haremos de nuestras “maldades”,
de nuestros nocturnos juegos,
la realidad de nuestros anhelos,
y las llamas de nuestros ardientes cuerpos
ya no serán tentación, que habrán sido pecado.

Y así, tus tentaciones, y mis deseos
nos hagan arder, en un bello infierno,
en el cual nuestro pecado, nos haga conocer,
las sabrosas mieles que nos dará el placer
tu, convertida en luz, hermosa y bella
y yo, en las tinieblas que ansías conocer.

Comentarios