Deséo de Ti

Aún cuando no te tengo a mi lado cuando estás lejos de mi,
mi deseo es más ardiente, y el calor abrasa mi cuerpo
te pienso, te siento, junto a mi, mientras mi sangre arde,
quemándome, te llamo, te busco, gritando, por los rincones de mi alma
en la soledad de la noche, deseando amarte, tenerte, poseerte, entrar en ti,
hacerte mía, preso de ti, abrazarte, tocarte, devorar tu último rincón,
sintiendo tus cálidos pechos junto al mío, acariciando cada palmo de tu piel,
recorriendo tu cuerpo con mi boca buscando la fuente de la que mana la miel,
haciéndote estremecer, disfrutando del dulce néctar que nace del placer.

Con sólo soñarte, mi cuerpo arde, con sólo pensarte, mi deseo, amarte,
besar tu boca es descubrir el dulce sabor que esconden tus labios,
con sólo desearte, mis labios, ardiendo, recorren tu cuerpo
apagando el incendio que nos provoca el placer.

Cuando estás a mi lado, te susurro al oído, cuanto te amo, cuanto te deseo
y mientras tus ojos brillan, tus gemidos me estremecen,
retorciéndonos de placer, absorbemos nuestra esencia, juntos, piel sobre piel,
creando nuevas fantasías en las que poder perdernos, amarnos sin miedo
y hacer de un simple momento una historia de locura, de pasión, de deseo.

Con sólo tenerte, con cada movimiento tuyo, con cada movimiento nuestro,
encendemos un volcán que explosiona en un río de fuego ardiente,
que nos abrasa por dentro, nos arrastra, encendiendo oscuros deseos,
con nuestros alientos en nuestras caras, nuestra respiración agitada,
nuestras lenguas, juguetonas, en un nudo entrelazadas,
y nuestras bocas, desatadas, recorriendo, desesperadas,
nuestros cuerpos calientes, a la vez húmedos, de par en par abiertos,
con sonrisa apasionada, aumentando nuestro deseo, avivando nuestro fuego
ese fuego ardiente que brota en lo más profundo de nuestros cuerpos,
tus muslos apretados haciéndome prisionero de ti, mientras estoy dentro
y entre sollozos y gemidos, una explosión de placer, haciéndonos nuestros.

Te deseo tanto, y tanto te deseo que no puedo ocultar este sentimiento,
que no puedo negar que ansío hasta el último centímetro de tu cuerpo
que tan sólo quiero amarte, con pasión, con lujuria, con desenfreno,
embrujado por tu mirada, por tus labios conquistado.

Te deseo tanto y tanto te deseo, que quiero que me hagas tuyo
poseída por mi cuerpo, por tu cuerpo poseído, aunque por un momento fuera,
porque si no te tengo, si no me permites tenerte, devuelto seré al infierno
de soñar con un deseo, en el que recorrer tu cuerpo sólo haya sido un sueño.

Comentarios